¿Alguna vez has estado frente a tu despensa, mirando las fechas impresas en los envases de tus alimentos y preguntándote qué significan realmente? Es un dilema común: ¿fecha de caducidad o consumo preferente? ¿Cuál es la diferencia y cuál es más importante? En este blog, despejaremos todas esas dudas y te daremos las claves para entender cómo diferenciar entre estas dos indicaciones cruciales en los productos que consumes a diario.
¿Cuál es la diferencia?
La diferencia principal entre la fecha de caducidad y el consumo preferente radica en la seguridad alimentaria y la calidad del producto:
- Fecha de caducidad
Esta fecha indica el límite máximo de tiempo hasta el cual el producto puede ser consumido de manera segura. Después de esta fecha, el producto puede volverse peligroso para la salud debido al crecimiento de bacterias u otros microorganismos que pueden causar enfermedades. Por lo tanto, es importante no consumir productos después de su fecha de caducidad para evitar riesgos para la salud. Hay que prestar especial atención a productos como huevos, carnes y quesos.
- Consumo preferente
Esta fecha indica el período durante el cual el producto conservará su calidad, sabor y textura óptimos. Después de esta fecha, el producto aún puede ser seguro para consumir, pero su calidad puede disminuir gradualmente. Los alimentos con fecha de consumo preferente pueden consumirse después de esa fecha, pero es posible que no tengan el mismo sabor o textura que cuando estaban frescos. En general, estos productos suelen ser seguros para consumir durante un período de tiempo posterior a la fecha indicada, pero es importante utilizar el sentido común y realizar una evaluación visual y olfativa para determinar si aún son adecuados para su consumo. Se trata de alimentos poco perecederos como los productos secos, esterilizados y deshidratados, productos no secos que se pueden conservar durante mucho tiempo antes de abrirlos como purés, zumos de frutas, salsas, compotas…
Alimentos que nunca caducan
Existen alimentos que por desconocimiento, tiramos y que realmente, tienen más vida de la que creemos. Fíjate en cuáles están en perfecto estado aunque la fecha de caducidad indique lo contrario:
- Sal: nunca se caduca. El único problema que puede tener es que se pegue por la humedad. Para evitarlo pon algunos granos de arroz crudo en tu salero y listo.
- Azúcar: al igual que la sal, tampoco se caduca nunca. Si se forman bloques, es muy fácil de deshacerlos.
- Miel: no caduca nunca pero puede cristalizarse, una forma de arreglarlo es el baño maría.
- Chocolate: dura hasta dos años después de la fecha de caducidad indicada.
- Enlatados y congelados: duran hasta varios años después de su caducidad.
- Legumbres: los garbanzos y las judías son alimentos sostenibles que pueden almacenarse indefinidamente. Sólo asegurarte de que no estén precocinados.
- Pasta: puedes consumirla mucho después de la fecha indicada, el único problema que puedes tener es con las polillas.
Si tienes algún otro truco o consejo para diferenciar entre fecha de caducidad y consumo preferente déjanoslo saber aquí abajo o deja un comentario en nuestro facebook o instagram, así todo el mundo podrá saberlo.
